Cada 22 de mayo, el Día Internacional de la Biodiversidad nos recuerda cuán esencial es la riqueza de la vida para nuestra supervivencia. Desde los océanos hasta los bosques y los suelos agrícolas, cada ecosistema se sostiene sobre un equilibrio frágil. Sin embargo, nuestros modos de producción y consumo contribuyen en gran medida a romperlo. ¿Y si miráramos más de cerca un ámbito que suele considerarse secundario: el envase alimentario?

¿Qué es exactamente la biodiversidad?

La biodiversidad se refiere al conjunto de especies vivas (animales, vegetales, fúngicas...), los ecosistemas y la diversidad genética que albergan. Es la base de nuestra alimentación, nuestra salud y nuestra economía.

Hoy en día, más de un millón de especies están amenazadas de extinción según la ONU. Las causas son múltiples: artificialización del suelo, contaminación, agricultura intensiva, deforestación... y también acumulación de residuos, especialmente plásticos, en los ecosistemas naturales. La biodiversidad desaparece a un ritmo sin precedentes, y nuestras decisiones industriales son en parte responsables.

Envases alimentarios: ¿qué impacto tienen en la biodiversidad?

Detrás de un simple vaso o bandeja, a menudo se esconden consecuencias importantes para los ecosistemas:

• El plástico, omnipresente en los envases, tarda cientos de años en degradarse. Asfixia los océanos, envenena las especies marinas y se introduce en la cadena alimentaria.
• La producción de cartón y papel, cuando no proviene de bosques gestionados de forma sostenible, contribuye a la deforestación, amenazando los hábitats naturales.
• El tratamiento inadecuado de residuos a menudo provoca fugas hacia los suelos, los ríos o el mar.

Ante estos desafíos, el envase alimentario se convierte en un punto de inflexión entre la destrucción y la transición.

El ecodiseño: una respuesta concreta e inmediata

Ante esta realidad, ya existen soluciones accesibles para los profesionales de la restauración y la alimentación:

• Utilizar materiales alternativos: kraft sin blanquear, bagazo (residuo de caña de azúcar), cartón certificado FSC, madera procedente de bosques gestionados responsablemente...
• Reducir las distancias: eligiendo productos fabricados en Europa se limitan las emisiones vinculadas al transporte.
• Garantizar un fin de vida responsable: optando por productos reciclables o compostables se evita que los residuos acaben en la naturaleza.

En Covr creemos que el envase puede ser funcional, estético y respetuoso con la biodiversidad. Nuestros cubiertos de madera o vasos sin plástico cumplen con estos criterios, ofreciendo al mismo tiempo una calidad profesional y duradera.

Restauradores, ¿Cómo actuar por la biodiversidad?

Incluso a su escala, pueden marcar una verdadera diferencia:

• Elijan envases ecodiseñados y certificados, fabricados con materiales naturales o reciclados.
• Formen a sus equipos en la buena gestión de residuos y el uso de soluciones sostenibles.
• Sensibilicen a sus clientes destacando sus elecciones (pegatinas, carteles, menús, historias de Instagram...).
• Aprovechen el Día de la Biodiversidad para compartir sus compromisos ecológicos en sus canales de comunicación.

En conclusión, la biodiversidad también comienza con nuestras decisiones diarias

La protección de la vida no sólo ocurre en reservas naturales o cumbres internacionales. Empieza en el plato, en la elección de un vaso, en cada gesto de compra.

Con motivo del Día de la Biodiversidad, recordemos que un envase responsable es un acto comprometido. Por sus clientes, por el planeta y por las generaciones futuras.

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